Cuando los griegos llegaron a Egipto, aproximadamente en el 300 a.n.e,, el sistema de escritura conocido como Jeroglífico (llamados así por sus raíces griegas: sagrado y grabar) ya llevaba en uso unos 3000 años, imagínese la sorpresa de los cultos griegos y de Alejandro Magno al contemplar todas las maravillas de esta cultura tan avanzada. Esta escritura nació casi en un tiempo similar a la cuneiforme de las culturas mesopotámicas (Asirios y Babilonios), se empleo en general por un aproximado de 3600 años, siendo su último uso conocido el que se encuentra grabado en el templo de Filae en el río Nilo.
Los jeroglíficos son en si imágenes sagradas, escritura que sólo estaba al alcance de unos pocos y circunscrita en sus inicios a la clase sacerdotal; sin embargo con el tiempo fueron transformándose los templos en centros de negocios, se creo con ello una casta de escritores, personas dedicadas exclusivamente al culto de este arte: los escribas. Ser escriba en el Antiguo Egipto era gozar de cierto estatus social, ser reconocido como una persona valiosa y culta.
FUENTE: http://www.ecured.cu/index.php/Portal:Antiguo_Egipto/Curiosidades