La medicina en el Antiguo Egipto era una mezcla entre remedios más o menos efectivos, y ceremonias mágicas para solicitar la intervención de los dioses en la curación del enfermo. Pero sorprende saber, por ejemplo, que trataban las enfermedades oculares con aceite de hígado; en la actualidad se conoce que el mismo contiene vitamina A, para mejorar la visión.